Leyendas Shipibos-Conibos


LEYENDA DE CUMANCAYA


Los Shipibo identifican el lugar sagrado de Cumancaya en el alto Ucayali como el lugar en donde sus antepasados emergieron para repoblar el mundo actual, que para ellos es el cuarto mundo. Así Cumancaya es considerado como el primer pueblo Shipibo, el centro del universo y sitio “del árbol cósmico” .Los arqueólogos que han investigado Cumancaya han encontrado cantidades de tiestos rotos. Sugieren que son del año 1300 d.C. Los Shipibo dicen que existe mucha mas cerámica en el fondo de la cocha, pero que tocarla podría traer mala suerte. El lugar de Canchahuaya en el bajo Ucayali es otro lugar sagrado. Las excavaciones han revelado allí también abundante cerámica antigua.

CUMANCAYA
EL PUEBLO QUE VOLABA POR LOS AIRES


En el pueblo de Cumancaya creció un árbol encantado. Las hojas del árbol se movieron sin que hubiera un soplo de viento, cuando el sol brillo con toda su fuerza los frutos del árbol reventaron, y las semillas cayeron al agua de la cocha por debajo del árbol donde las gamitadas (un pez) se las comieron. En poco tiempo los peces comenzaron a volar como aves. La gente se quedaba admirada: “seguramente que Dios les ha dado medicina para volar “De repente si rociamos todo su perímetro, el pueblo entero podría volar hacia el mundo-cielo para agradecer a dios. Pues tomaron las hojas del árbol y sacaron el jugo. Rociaron el liquido por todos los linderos del pueblo.'vamos a ver que va a pasar' dijo la gente y se adormecieron. El pueblo entero amaneció inclinado porque empezaba a levantarse. Continúo la lenta ascensión hasta que el pueblo entero fue volando por los aires pero no llegaron al mundo-cielo como esperaban. Y desde lo alto, bajaron a tierra con un ruido estrepitoso en el bajo Ucayali, dando forma al cerro de Canchahuaya. Cayeron con tanta fuerza que toda la cerámica se rompió en pedacitos.

‘Excavando la tierra encontramos miles de cerámicas rotas', dicen los Shipibo, ‘pero no los tocamos porque están encantadas. Los colonos quechua hablantes llaman al lugar de bajada. Canchahuaya, dado que no pueden pronunciar nuestro idioma. Nosotros lo llamamos Quenchaya Manan, el cerro de las vasijas de cerámica ‘los Shipibo creen que cuando el pueblo de cumancaya levito para detenerse rió abajo en Canchahuaya, dejo un hueco enorme que ahora es una cocha llena de cerámicas rotas. Desde el punto de vista simbólico, el árbol mágico es la genipa, que daba al hombre todo lo que necesitaba.

INCAN BAQUE, HIJO DEL INCA


Tiempo atrás apareció al borde del rió Soaya un hombre joven con una cuhsma de escamas brillantes. Su piel era clara como un espejo, sus flechas eran de oro y su canoa roja como la sangre. El joven amarro su canoa a un árbol de limón y sujeto una campana de oro a la rama más alta. Cada mañana tocaba la campana y se iba de pesca, regresando con muchos peces que compartía generosamente con los Shipibo. Por su lado los hombres Shipibo regresaban de la pesca con las manos vacías. Sus mujeres se burlaban de ellos diciendo: ¿Por qué ustedes no pueden traer abundante pescado como el extranjero? Celosos de su exito los hombres decidieron matar al joven, enterrándolo vivo. Un dia toda la gente salia del pueblo para pescar, menos una pareja que se quedo porque la mujer pensaba que iba a dar a luz. Al constatar su error, ellos corrieron por la playa para alcanzar a los demás cuando los sorprendieron unos gritos desesperados: descubrieron al joven de la tunica brillante enterrado hasta el cuello en el barro resbaloso.

Déjalo alli pues dijo la mujer, pero su esposo decidió rescatarlo. El extranjero, muy agradecido por obtener su libertad, les dijo: ‘regresen ustedes rápido a su casa y suban al árbol genipa, porque el viento vendrá del norte y otro vendrá del sur, y las lluvias no van a cesar hasta que las montañas, los árboles, los animales y todos los seres humanos hayan desaparecido de la tierra'. Diciendo estas palabras el hombre se tiro al agua y no se le vio nunca más. La pareja trato de advertir a sus parientes del desastre inminente, pero ellos estaban tomando masato y no quisieron escuchar. Tres días m as tarde hubo un eclipse total de sol y el mundo se puso en tinieblas. Una lluvia torrencial empezó a caer, con truenos y relámpagos. Granizos de un tamaño nunca antes visto cayeron del cielo. La pareja subió al árbol del genipa como había indicado el joven. Muy pronto el agua sumergió a todas las casas, las plantas los animales y los seres humanos en el diluvio. Las aguas subieron más y más, inundando los árboles del bosque. Pero la genipa siguió creciendo tal como un hongo desmesurado.

Cuando finalmente ceso la lluvia el hombre empezó a bajar del árbol, cuidadosamente de rama en rama. Para probar la solidez del suelo, tiro los frutos de la genipa. El primer fruto cayó en el agua, el segundo se cayó en el barro. Toco el tercer fruto caer sobre tierra firme. El hombre pudo bajar por fin del árbol. Miro alrededor, pero no vio nada el pueblo entero había desaparecido y en su lugar había una cocha grande. El hombre llamaba y llamaba, pero nadie contestaba. Caminaba de un lado a otro sin encontrar a nadie, al regresar al árbol genipa tuvo la sorpresa de encontrar tres grandes ceramios pintados colmados de yuca, carne asada y masato. Después de comer a gusto, el hombre se fue de nuevo en busca de otros seres humanos. Al regresar volvió a encontrar los tres platos llenos de alimentos. Decidió esconderse detrás de la genipa para descubrir quienes estaban trayendo los regalos. Y después de corto tiempo, vio aproximarse por la cocha una canoa manejada por dos hermosas mujeres. El primer impulso del hombre fue agarrar a la primera mujer ¡suéltame grito la primera mujer, ¡yo no soy para ti ! pero el hombre no hizo caso y lo tomo por la fuerza, como resultado de aquella unión imprevista, nacieron de entre los dedos de los pies de la mujer seres humanos diminutos para repoblar el mundo. ¡idiota! Dijo la mujer, ‘mi acompañante, que es hija del inca, iba a ser tu esposa. Yo solamente soy su sirvienta. ¡Cometiste un error imperdonable!

La historia trata de la destrucción por inundación del tercer mundo y el inicio del presente, el cuarto mundo. El primer mundo fue destruido por un incendio y el segundo reventó cuando el cielo cayó sobre la tierra. Al inicio de cada recreación de los seres humanos emergían al mundo siguiente por una escalera invisible. Se cree que el mundo presente tiene que desaparecer muy pronto, pero que la humanidad reaparecerá en el mundo siguiente. Su concepto del mundo no es lineal sino cíclico donde los opuestos se concilian y la destrucción la vida y la muerte, el verano y el invierno, el dia y la noche lo bueno y lo malo.

El árbol de genipa simboliza al árbol cósmico. Todos los frutos cuelgan del árbol y, en otras versiones, cuando se tira el tercer fruto al suelo este revienta derramando muchas semillas sobre la tierra. Cultivos como el pimentón, la calabaza y la yuca brotaron debajo del arbol, la genipa simboliza también la escalera invisible que reúne la tierra con el cielo. Los espíritus tienen que bajar por ella para renacer en nuestro mundo. Por estar razón los niños que han de repoblar el mundo tienen que nacer debajo del árbol cósmico.

Después del diluvio los Shipibo dicen que su rió sagrado se convirtió en el laberinto de canales y lagunas que caracterizan la Amazona de hoy. Los conibo creen que su lugar de emergencia en el mundo presente fue Cumancaya y no Soaya. Dicen los Shipibo que cuando el agua luce cristalina como un espejo, aun puede vislumbrar el reflejo del primer pueblo que desapareció debajo del diluvio.


LOS HIJOS DEL SOL Y DE LA LUNA


Para explicar sus orígenes los Shipibo relatan el mito de los hijos del sol y de la luna. Aseguran que Dios había creado a estos dos astros como dos divinidades que no deberían juntarse jamás, pero desobedecieron a los consejos. A consecuencia de estos amores siderales la luna se vio embarazada. Una noche de tormenta un rayo abrió el vientre de la luna y bajaron a la tierra 7 niños de conformación humana.

El más pequeño de los hijos del sol y de la luna llego al mundo con habilidades que no poseían sus otros hermanos. Para escaparse de las persecuciones en la tierra el hermano menor disparaba cantidades de flechas en el aire construyendo así una escalera por la que regresarían hasta el infinito. Por esa escalera endeble, y convertidos en hormigas curiuinsis provistas de trocitos de hojas, los 7 hermanos subieron en busca de sus padres portando el mensaje de la selva. Al llegar a un inmenso lago poblado de caimanes feroces quisieron ganar la otra orilla utilizando los lomos de los lagartos como pasaderos. Una de las fieras troncho el muslo del hermano- guía y en la lucha siguiente todos llevaban el riesgo de ser devorados. El sol se compadeció de sus hijos y les convirtió en la constelación, que los colonos conocen por el nombre de los 7 cabritos (los pleiades) y que los Shipibo llaman huishmabu. Una de las estrellas se llama quishi huma, sin pierna en recuerdo del hombre-guía.

La altura y posición de estas estrellas con relación a la tierra es interpretada por los indígenas como el avance de las estaciones del año que orientan la vida de los Shipibo. El invierno y el verano están anunciados por la declinación de las 7 cabritas y ese conocimiento sirve a los Shipibo para orientar sus actividades de caza y pesca. Así el mito de huishmabu forma parte del calendario de los Shipibo. Después de las privaciones del invierno cuando los crecientes son tan grandes que ‘los peces se pierden en el agua' y la lluvia cae dia tras dia. En verano, tiempo de abundancias los Shipibo organizan sus excursiones a las grandes cochas para pescar con arco y flecha la sabrosa palometa o hacer acampamentos en las playas inmensas del gran rió para buscar huevos de taricaya, una tortuga. Asi cada estrella cada constelación es conocida y tiene su nombre y su historia.

Para nosotros las estrellas dan vueltas alrededor del sol. Para los Shipibo las estrellas pasan por el rió cielo en sus canoas. La estrella Nete Huishtin (venus) siempre busca sube y baja 3 veces antes de subir definitivamente. Los Shipibo dicen que allí hay fuerte corriente. Para ellos todo se relaciona con el conocido rió. Creen que no estamos solos en el universo. Existen otros mundos poblados por ejemplo en la Vía Láctea, o Nahua Bay, el camino de otras gentes.

LA LORA


Después del diluvio universal, Dios había dejado en la selva una lora como único ser viviente. Ella debería dar a luz a cuatro cintas, blanca, roja, negra y amarilla. Ellas estaban invitadas a hacer una carrera hasta llegar a Dios. Por negligencia de la cinta roja, fue la blanca la que gano el concurso, estableciendo la supremacía racial sobre las otras. Así los indígenas condenan el descuido de sus antepasados y tratan de explicar la supremacía racial de los blancos.

De: Carolyn Heath


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